martes, 13 de diciembre de 2016

Invertir en acciones con fuertes caidas

Todos nos hemos dejado llevar alguna vez por la tentación de algún valor que lleva varias sesiones seguidas cayendo y después de acumular un 10%, 15% ó 20% de caídas decidimos comprar, estamos seguros de que como la caída ha sido muy rápida, fuerte y sin ningún motivo aparente la subida será igual de fugaz, hacemos nuestras cuentas y nos vemos ganando un 20% en unas semanas. Lo que suele pasar en estas situaciones es todo lo contrario, el valor continúa bajando y perdemos el 20% que íbamos a ganar, nos desquiciamos y acabamos vendiendo justo antes de que comience el rebote. Hoy vamos a ver cómo protegernos ante una situación así, sin tener que vender, si el rojo invade nuestras cuentas.



Hay muchos valores que tienen caídas repentinas y a las pocas semanas recuperan el valor inicial y esto lo sabemos la mayoría de los inversores, los bajistas se apoderan de un valor, lo hacen caer a mínimos y cuando se cansan se marchan y el valor despega a toda velocidad. Si conseguimos comprar en el punto más bajo, simplemente somos unos afortunados porque solo los que manejan la acción a su antojo saben hasta donde la van a llevar. Como no solemos comprar en el punto más bajo, tenemos dos opciones: la primera esperar a que el valor rebote y cuando veamos que vuelve a coger fuerza comprar, mediante las ondas de Elliot podríamos determinar cuándo el valor rebota de verdad y no es una falsa señal. La segunda opción es protegernos mediante derivados con los que ganemos cuando la acción cae.

Vamos a ver como actuaríamos en las dos opciones: en la primera opción como hemos dicho esperaríamos a comprar cuando el valor rebote, pero durante la caída habrá varios puntos en los que el valor parezca que rebota y sea un falso rebote y el valor se nos hunda más, por ello vamos a basarnos en la teoría de las ondas de Elliot para ver si el rebote es cierto. Vamos a verlo con un ejemplo.


Como vemos, las ondas durante la caída dibujan una tendencia bajista, los puntos bajos cada vez son más bajos y los altos cada vez son menos altos, por lo que mientras esta situación se mantiene podríamos decir que se mantiene la tendencia bajista, el cambio se produce cuando vemos que el precio de la acción supera el máximo anterior, la confirmación del cambio de tendencia lo tenemos cuando el siguiente mínimo es también mayor que el mínimo anterior. Por lo tanto, para asegurarnos de que comprábamos en el momento correcto deberíamos haber comprado en el mínimo de la segunda onda de la tendencia alcista, al ver que era superior a la anterior. También podríamos haber arriesgado a comprar justo cuando el precio supera al máximo anterior, aunque en este caso el valor podría haber continuado bajando y nos tendríamos que haber protegido con un stop-loss. Como vemos si hubiéramos comprado al confirmar la tendencia, ahora mismo tendríamos más de un 100% de revalorización en menos de 9 meses.

La segunda opción, menos aconsejable, pero pensada para todos aquellos que no puedan esperar a ver el rebote o se precipiten a comprar, dejándose llevar por una fuerte caída, es protegerse mediante derivados a corto. Situándonos en el gráfico anterior, vamos a suponer que en octubre de 2015, después de perder el valor más de un 50%, decidimos comprar, ya que creemos que ya ha caído mucho y no caerá más. No puede haber una reflexión más dañina y más errónea, como vemos el valor continúa bajando y pierde casi otro 50% respecto a nuestra compra, no sé si muchos aguantarían esta situación de estrés sin vender. Para protegernos de esta situación, lo que podríamos hacer a la hora de comprar una acción que está en caída libre, es comprar warrant-put u opciones de venta, donde nos protegemos que si el valor cae nosotros ganaremos. Sería una manera de aguantar psicológicamente la caída, aunque es más complejo, ya que no hay que olvidar que con estos productos el tiempo juega en nuestra contra y habría que encontrar el punto exacto donde deshacernos de los warrants o las opciones, decisión bastante compleja. 

Por lo tanto, yo soy más partidario de la primera opción ya que es la más sana, sobre todo para nuestra salud, la que nos da más tranquilidad, no ganaríamos el total del rebote, pero nos curamos en salud de dudar si el valor seguirá bajando cuando compramos con caídas. A parte de evitar situaciones de estrés, también obtenemos una mayor rentabilidad, ya que protegiéndonos con derivados cubriremos las pérdidas que tengamos con las acciones, pero no ganaremos mucho más a no ser que nos apalanquemos demasiado. 

En este caso tanto si hubiéramos comprado tomando una opción u otra la rentabilidad hoy sería la misma, la diferencia sería que el de la primera opción hubiera podido invertir de Oct-15 a Mar-16 su capital en otras acciones y poder rentabilizarlo, mientras que el otro hubiera pasado los 6 peores meses de su vida, si antes no ha abandonado el barco.

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