martes, 13 de marzo de 2018

El momento de los valientes

Tormentoso momento el que estamos viviendo en las bolsas, particularmente en el Ibex35, tras superar los 10.600 puntos el índice se dio la vuelta y se empezó a hundir perdiendo todo lo ganado en 2017. Es posible que toda esta volatilidad en las bolsas y estos momentos de pánico puntuales puedan esconder detrás el comienzo de una nueva fase del ciclo bursátil.


Son muchas las voces que hablan del fin del ciclo alcista en las bolsas, pero no será la mía.  La verdad que las fuertes caídas de las últimas semanas meten mucho miedo y te hacen pensar, pero nunca debemos entrar en pánico y tomar decisiones precipitadas. Hay que ser realistas y analizar todas las variables que hemos aprendido y que nos puedan anticipar dicha depresión en las bolsas.

Hay que recordar que en la bolsa nos debemos comportar como detectives, que debemos analizar ciertas variables que nos indiquen hacia donde nos dirigimos y estar constantemente pendientes de ellas.

La variable más importante de todas ellas e indispensable para que se produzca un cambio de ciclo en las bolsas es la euforia. La euforia es el precedente a toda crisis bursátil y la locura por comprar acciones no se ha producido. Todavía nuestro peluquero no habla de bolsa.

Si es verdad que la recuperación económica es muy fuerte incluso podríamos hablar de ella en pasado, el consumo se está incrementando constantemente, el paro cada vez tiene tasas menores y el mercado inmobiliario vuelve a estar activo tras varios años.

Pero esto no es más que síntomas de que la economía esta fuerte, tenemos trabajo y cada vez más seguro. Claro está que hay que pasar por esta fase para llegar a una nueva burbuja, pero no son el precedente de ella.

Los síntomas que nos deberían echar a temblar serían: unas tasas de paro continuadas en mínimos, un endeudamiento desorbitado de familias y empresas provocado por la excesiva confianza, un consumo excesivo e innecesario, el típico consumo de caprichos y por encima de nuestras posibilidades. El problema no es que una familia se compre un coche o una casa el problema es que se compre un coche o una casa que si su situación económica varía provoque que no pueda afrontar los pagos y acabe con el agua al cuello.

Dicha situación de euforia no se ha dado todavía en la economía, aunque si es posible que no tardemos demasiado tiempo en verla de nuevo, ya que tenemos todos los ingredientes preparados para que la burbujita comience a hincharse.

Bajo mi opinión las fuertes caída y la alta volatilidad de las últimas semanas no ha sido más que un intento de meter el miedo en el cuerpo de los pequeños inversores y obligarles a soltar papel. Es posible que esta situación de comienzo a la última fase del ciclo alcista en la que la volatilidad es una constante, los blue chips marcan nuevos máximos históricos y los chicharros por fin empiezan a dar alegrías y provocan la euforia que más tarde destruirá las bolsas.

Seguramente nos queda la mejor parte de la fiesta, pero mucho cuidado habrá que saber cuándo marcharse a casa si no queremos que la fiesta nos pase factura. La fiesta será exclusiva y no hay entradas para todos, solo entraran los valientes y los que no entren al principio seguramente acaben entrando cuando los valientes la abandonen y regresen a sus casas con un buen recuerdo.

@Juanmabenito

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