martes, 31 de julio de 2018

El peligro de las líneas de tendencia


¿Quién no ha trazado una línea de tendencia según ha abierto un gráfico? ¿Cuántos hemos esperado a que la cotización tocara la línea de tendencia trazada semanas atrás para comprar? O ¿Quién no ha vendido esperando una corrección al llegar al techo del canal? Seguramente la mayoría de los que estemos leyendo esto. Pero ¿El resultado fue satisfactorio?







Después de más de dos meses sin pisar aquí, he tenido mucho tiempo para seguir formándome leyendo nuevos libros, analizar la situación general del mercado, ver gráficos e intentar interpretarlos mejor y analizar unas cuantas empresas cotizadas que podrían resultar interesantes.

Con el paso de los días iré escribiendo de todo lo que he conseguido sacar en claro, voy a empezar hablando de las líneas de tendencia. Quizás el elemento más básico y más simple del análisis técnico.

Cuando aprendemos a interpretar los gráficos, de las primeras cosas que hacemos es trazar líneas de tendencia que nos indiquen cual es la tendencia actual de una acción, ya que como todos sabemos saber cuál es la tendencia actual de una acción es el primer paso para interpretar un gráfico.

Pero estas simples líneas de tendencias son bastantes subjetivas. Por ejemplo, en qué puntos nos basamos al trazarlas: un máximo, un mínimo o el cierre. Nadie ha podido demostrar que un punto sea mejor que otro y como es bastante subjetivo seguramente elijamos el que más nos convenga debido a nuestra predisposición hacia la acción que estemos analizando.

El análisis técnico no es algo exacto y sería casi imposible trazar una línea de tendencia o un canal que cumpliera al pie de la letra dicha tendencia.

El problema surge cuando decidimos comprar en la base de una línea de tendencia o vender en el techo del canal. Ya que al ser tan relativo la colocación exacta de la línea no se puede utilizar ni como soporte ni resistencia exacta. Nos puede dar una idea de por donde se mueve la acción, pero no nos puede impulsar a comprar o vender. Ya que es muy posible que las señales de compra y de venta fueran falsas.

También nos puede impulsar a auto-engañarnos. Imaginaros que tenemos comprada una acción y tenemos trazada una línea de tendencia que utilizamos como referencia de soporte. Si por un casual la cotización corta a la línea de tendencia a la baja es muy probable que lo primero que hagamos sea ir al gráfico y reducir la pendiente de la línea de la tendencia buscando nuevos puntos de referencia para que así podamos seguir manteniendo nuestra inversión, así hasta que acabemos teniendo una línea de tendencia horizontal y no podamos hacer más que asumir la perdida.

Pero no hay que dar la batalla por perdida, tenemos las medias móviles que son un gran sustituto a las líneas de tendencia caseras, son mucho más intuitivas, no son tan maleables a nuestro antojo, las podemos trazar tanto para ver una tendencia a corto como a largo y las señales de compra y venta que nos dan suelen ser más fiables.



Como vemos en el gráfico diario de Arcelor, podríamos haber trazado hasta 5 líneas de tendencia desde el mínimo de los 6€ hasta su escalada a las 27€. Si nos hubiéramos obcecado en respetar cada línea de tendencia e interpretar cada ruptura de tendencia como señal de venta nos habríamos perdido una revalorización de más del 400% en tan solo un año. Sin embargo, si hubiéramos tomado nuestras decisiones en torno a los cruces de medias o a la pendiente principal de la MM70 (Medio plazo) nuestra rentabilidad estaría muy cerca de ese 400%.

Aun así, si eres de los que no puedes ver un gráfico sin trazar una línea de tendencia hazlo, yo también lo hago, pero si basas tu estrategia en ellas el riesgo será excesivo. Bastante complicado es luchar contra el mercado como para tener que luchar también contra tu propia cabeza.

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